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Salomón Raydán |
Convencido de que la gran mayoría de los Latino,
tenemos un enfoque sobre el dinero que no es favorable a la generación de
riqueza económica. Y no me refiero a los hábitos sobre el ahorro, ni a la falta de planificación del gasto,
que es lo que comúnmente se señala como causas principales de la pobreza. Me refiero a aspectos de orden
psicosocial, que tienen que ver con la manera en que nos relacionamos con el
dinero. El dinero en nuestra cultura tiene una gran complejidad. Eso se debe en
parte a que es un instrumento que sirve para medir cosas muy disimiles. Así por
ejemplo el dinero sirve para valorizar tanto nuestra vida desde lo íntimo (auto
estima, seguridad, éxito, placer, etc), como para medir una transacción
económica dedicada a la compra de alimentos en un supermercado. Es como si
usáramos una misma vara para medir distancia y peso. Naturalmente si medimos
elementos tan diferentes como metros y kilos, en este caso nuestra intimidad y el valor de
un producto en el supermercado, es probable que la medición sea confusa.