Por Salomón Raydán
La emoción asociada al miedo está muy ligada al tema del dinero. Es
sorprendente constatar cómo gran cantidad de personas -con fortunas o sin
ellas-, se guían por el temor más que por cualquier otra emoción. El temor a no
poder satisfacer las necesidades económicas viene a ser una de las mayores preocupaciones
de los individuos en la sociedad actual, asimismo la incertidumbre es una
condición humana que destaca en la sociedad del siglo XXI. Para casi todos, el
actuar económico está determinado por ese miedo. Así, por ejemplo, el ahorro en
la gran mayoría de los casos, se produce como un medio de protección frente a
eventualidades, más que como un instrumento para generar riqueza económica.
Queremos resaltar en esta entrega, la pérdida de oportunidades económicas que
se produce con el miedo. La verdad es que tanto la sociedad en su conjunto como
las personas individualmente si quieren ser más eficientes en el uso de sus
recursos financieros, deben esforzarse por disminuir el temor y la
incertidumbre que acompaña el actuar económico, de manera tal que muchos
recursos actualmente utilizados por los individuos como fuente de protección,
puedan ser utilizados en un sentido más positivo, hacia la generación de
riqueza económica.
Dos productos predominantes han generado las sociedades para amainar
esta sensación. El primero de ellos está constituido por los llamados sistemas
de protección social, mediante los cuales la sociedad trata de garantizar a sus
miembros, independientemente de su actuar económico, maneras de satisfacer al
menos las necesidades más básicas. El segundo producto busca disminuir los
riesgos mediante la adquisición de pólizas que nos protegen frente a posibles
eventualidades. Esto lo conocemos comúnmente como “seguros”.
En los sectores populares donde trabajamos con los Bankomunales, el miedo
es un factor de gran importancia y determinante del actuar económico. Parte
importante del esfuerzo económico se dirige a satisfacer esa necesidad de
protección, por ello, políticas que tiendan a disminuir esta sensación de
desprotección, encuentran apoyo en los sectores populares.
Pese a esto, el sector asegurador o de seguros ha hecho poco por
desarrollar productos que tiendan a satisfacer esta inmensa necesidad de la
población. En Venezuela la innovación en estas áreas ha sido muy tímida,
verdaderamente lamentable. Así como la banca venezolana ha tenido un atraso de
por lo menos dos décadas en el desarrollo de productos micro financieros, las
empresas de seguros han sido igualmente lentas en desarrollar productos y
servicios que puedan ayudar a disminuir los riesgos en los sectores populares.
No obstante el volumen del mercado, los servicios de micro seguros se han
limitado a iniciativas muy pequeñas en algunas ciudades como Caracas.
No pretendemos afirmar que alcanzar esos mercados con productos sostenibles
y de calidad sea un asunto sencillo, pero sin lugar a dudas el sector de los
seguros, ha sido especialmente lento para la innovación en estas áreas.
Recuerdo que hace ya algunos años me invitaron a exponer en un foro sobre
innovaciones financieras y mientras algunos de los invitados hablábamos de
financiamiento alternativo, de productos de inversión para los sectores
populares, de modelos de garantías recíprocas, de micro seguros, etcétera, los
asistentes por la banca y los seguros identificaron como producto
verdaderamente innovador, un modelo para el financiamiento y seguro de
vehículos, que de innovador no tenía ni el nombre.
Eso sucedió ya hace casi 10 años y la verdad es que aparte de algunos
intentos de baja cobertura, la banca y los seguros, siguen desatendiendo
ampliamente los sectores populares. Medidas como la obligatoriedad de la
cartera micro financiera, como ya lo habíamos previsto en su momento, poco han
contribuido en este sentido, pues si bien en términos absolutos las cifras
muestran crecimiento, muchos sabemos que ese aumento se ha debido a una
restructuración de la cartera, más que a una verdadera ampliación de la
cobertura. Solo ahora, bastante tiempo después, la banca comienza a innovar en
estas áreas.
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