Tomado de: City Santiago
Por: Miguel Ponce
Dajabón.-Las comunidades enclavadas en las
provincias Dajabón y Montecristi comienzan a asumir su propia forma de salir de
la pobreza con la incorporación de grupos a los servicios financieros
Bankomunales.
Este proyecto que se ejecuta en naciones
suramericanas, sirve como instrumento para mejorar las condiciones
de vida.
El presidente de la Fundación deFinanciamiento Rural (FUNDEFIR), Salomón Raydán, durante un encuentro
desarrollado con aproximadamente 20 grupos locales de autogestión financiera en
el primer encuentro de Bankomunales en la comunidad Santiago de la Cruz,
destaca la importancia de que las gentes en las comunidades puedan
desarrollarse mediante este tipo de forma de ahorro.
La iniciativa de Innovación Social auspiciado por
el Banco de Desarrollo de América Latina y trabaja en Colombia, Argentina,
Haití del lado fronterizo con la República Dominicana y Bolivia.
“La idea es que la comunidad se organice y con sus
propios servicios adquieren bienes”, refiere Salomón Raydán.
Además valora el programa de inclusión financiera y
empoderamiento comunitario.
En la actividad participaron aproximadamente 50
personas.
Actualmente opera en 14 comunidades como
Gozuela, Cañongo, La Unión, de Dajabón y Montecristi funcionan ya 23
Bankomunales, con un total 326 socios.
En lo que va de año han logrado ahorrar 140 mil
pesos, generando 430 mil pesos en 370 préstamos.
Carla Guerrero, de innovación social, dijo que la
misión es apoyar el desarrollo mediante herramientas que permiten
desarrollarse.
“Bankomunales, es de empoderamiento para mejorar
las condiciones de vida de las gentes de las comunidades”, refiere Guerrero.
El sistema Bankomunales nació hace ya 18 años en
Venezuela como alternativa a los microcréditos, un modelo que a juicio de los
promotores de esta iniciativa se ha visto agotado.
Dicen que hasta el momento la banca tradicional
apenas ha llegado a un cinco por ciento de la población en 40 años y que en
muchos casos, ha acabado generando sobreendeudamiento por unas tasas de interés
muy altas.
Los créditos básicamente se han destinado para
consumo, capitalización familiar, para generar ingresos a través de la compra y
venta de productos para el comercio, adquisición de semillas, pago de mano de
obra para las cosechas en zonas rurales, vivienda productiva, crear pequeños
negocios de carpintería, herrería, plomería, taxi y reparación.
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