Bankomunal, autogestión contra pobreza

Por:  Milagros Rodríguez CARACAS, 2 (ANSA)

En Venezuela los llamados "Bankomunales", con "k" o BK, constituyen una innovadora herramienta en la economía emergente orientada no solo atender las necesidades crediticias y de ahorro de personas de escasos recursos, excluidos de los sistemas financieros formales, sino además para combatir la pobreza y la desigualdad social.

Así lo informó Salomón Raydán, presidente de la Fundación de Financiamiento Rural (Fundefir) y creador de la nueva metodología que busca transformar la realidad económica de los pobres a través de los grupos de autogestión financiera.

"Nosotros no damos créditos ni nos responsabilizamos por lo que los grupos hagan, los grupos tienen que ser autogestionados y de paso responsables totalmente, tanto de los beneficios que obtengan como de los errores que cometan, en ese sentido nuestro modelo no es para nada paternalista", explicó Raydán en diálogo con ANSA.

Raydán, filósofo y experto en finanzas populares detalló que hace 17 años surgió la idea cuando diseñaba un proyecto de asistencia financiera para los campesinos en la península de Macanao, en el estado Nueva Esparta.

"Hoy la iniciativa está presente en 50 poblaciones de Venezuela y en 20 países de cuatro continentes", acotó.
La metodología ganadora del premio a las Microfinanzas de la Fundación Giordano Dell' Amore en 2009, según Raydán, "entrena a la gente para que desarrolle su propio mecanismo de inversión y de ahorro y a partir de ahí pueda acceder a servicios financieros que son vitales para salir de la pobreza".

"La pobreza no la define la falta de recursos sino la irregularidad del ingreso y el bankomunal se convierte en un mecanismo que ayuda a regular el ingreso porque cuando la gente tiene excedentes puede comprar acciones y cuando tiene necesidad puede solicitar fondos y eso lo hace de una manera tan local que convierte en eficiente el mecanismo", expresó En este sentido explicó que el método consiste en que "un grupo de personas, ya sean agricultores, artesanos, amas de casas, compren acciones en los Bankomunales y comienzan a aportar una cantidad de dinero que pueden usar luego con una tasa de interés mínima, siempre y cuando realicen sus pagos al día".
"La propiedad de los fondos que le pertenecen a la misma gente es la clave del éxito de la iniciativa porque tienen un nivel conciencia de que ese dinero es de ellos y si lo colocan mal no lo podrán recuperar", advirtió.
Raydán destacó que en Venezuela el promedio valor de una acción del bankomunal está alrededor de los "2 dólares y el crédito promedio en 250 dólares", tras aclarar que por "el valor del dólar esto podría estar distorsionado".
"Lo que sí es evidente es que hay un empobrecimiento generalizado de la población, si uno lo compara en términos absoluto reales con otros países, el salario mínimo del venezolano está cercano a la extrema pobreza a pesar que hay acceso a algunos servicios y alimentos que no cuestan lo mismo a nivel internacional y que tenemos la gasolina más barata del mundo", apuntó.

Según Raydán el alto costo de la vida y la falta de empleo hace que las personas recurren a los mecanismos informales que no son seguros pero si costosos para hacer rendir el dinero. "El 80% de la población mundial vive en esas condiciones permanentes, se gasta el excedente o se lo traga la inflación y termina cada día mas pobre", destacó.
Por otra parte, detalló que mientras los bancos comunitarios son un organismo formal que "solo tratan de diseñar algunos instrumentos para llegar a sectores populares, en los Bankomunales el dinero es de la gente".
Asimismo dijo que en las cooperativas, la propiedad "es poco definida", mientras que en los BK está "muy definida y la gente invierte y gana en función del dinero que coloca".

"La banca cumple un gran rol pero no llega a los sectores que nosotros tocamos con los préstamos que la gente usa para pagar las citas médicas, comprar los cuadernos de los hijos o hacer la fiesta donde celebrar los logros de la vida", concluyó.

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