Por Susana González G., enviada La Jornada Mexico
Mérida, Yuc. El Premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus, creador
del llamado banco de los pobres en Bangladesh con el que comenzó a ofrecer
microcréditos a personas de bajas recursos hace cuatro décadas, defendió la
alianza que desde 2008 estableció con el empresario Carlos Slim con el mismo
fin, al tiempo que condenó que haya microfinancieras que cobren tasas de
interés muy elevadas.
En una conferencia de prensa en la víspera de que concluyan los trabajos
de la 17 Cumbre del Microcrédito (Microcredit Summit), Yunus, quien critica
severamente el actual sistema económico financiero, justificó que su banco
Grameen trabaje con la fundación del empresario mexicano. "La alianza con
Carlos Slim vino porque él quiso proveer el dinero. Él ofreció el dinero para
poder comenzar y ahora ya estamos en cuatro estados: Puebla, Chiapas, Zacatecas
y Oaxaca. No sería justo decirle a Slim que no queremos su dinero, no sería
justo para las demás personas".
No obstante, acotó que el aceptar los recursos de Slim para brindar
microcréditos "no quiere decir que apoyamos todo lo que hace, simplemente
el dinero tiene que venir de algún lado".
Por otra parte, Yunus respondió a las críticas que se han hecho contra
las microfinancieras en este foro por las altas tasas de interés que cobran al
señalar: "Yo me opongo a eso. No se trata de usar esta herramienta de los
microcréditos para hacer dinero, sino que debemos concentrarnos y enfocarnos en
la gente pobre, buscar las herramientas para que les ofrezcamos las menores
tasas y hacer un negocio sostenible a través del uso de las tasas para
recuperar nuestros costos, no hacer utilidades y dinero a partir de ellas. Yo
me opongo totalmente a eso y deberían hacerse las cosas diferentes".
Las microfinanzas, sentenció, no deben proyectar la imagen de agiotistas
que están abusando de la gente pobre porque con ello se daña su concepto
original que debe ser ayudar a las personas pobres a salir de la pobreza.
También consideró que resultaría "injusto" decir que estas
instituciones no han tenido un impacto en reducir la pobreza y puso como
ejemplo la experiencia de su país, Bangladesh, al asegurar que desde el año
pasado cumplió reducir a la mitad la población en pobreza extrema, lo cual
constituye uno de los Objetivos del Milenio fijados por la Organización de
Naciones Unidas (ONU) para 2015.
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